Soy padre de tres hij@s maravillos@s, todos en general y cada uno en particular aporta un grado de alegría, confianza, sorpresa y por sobre todo, mucho amor. El mayor con su seriedad y su capacidad incansable de descubrir nuevas cosas en el computador, el del medio con su eterno afán de ser cada vez mejor y la menor de los tres, la única "hija mujer", que es la que más hace notar su ausencia y su presencia en el hogar.
Por eso, no alcanzo a imaginar el dolor de los padres de Manuel Gutiérrez, el muchachito asesinado durante las jornadas de paro de la semana pasada, el viernes en la madrugada para ser preciso.
Incluso si era culpable de realizar desmanes, barricadas o fogatas, asunto que su hermano minusválido desmiente, la sanción no debía aplicarla quien terminó siendo su verdugo, sino un juez mediante la realizaciónde un juicio formal. Quién se cree dueño de la verdad y que puede tomar la "justicia" por sus manos.
Por otra parte, carabineros se apresura en declarar que ellos no fueron quienes dispararon los mortales tiros, y lo hacen sin realizar una investigación hacia el interior de sus filas (se parece a la "investigación" que alguien hizo para Hinzpeter con las bombas lacrimógenas y su potencialidad abortiva).
El paro del 24 y 25 de agosto fue más blando que los realizados durante la dictadura, lo que parece totalmente lógico, pues se supone que estamos en democracia. El problema sería grande si hubiera sido un funcionario de carabineros quien lo haya asesinado, pues sería un retroceso hasta los duros años en que la Dicomcar secuestraba y degollaba opositores al régimen dictatorial de la época. Para ser sincero, no abrigo muchas esperanzas con estos uniformados, pues el actuar durante las jornadas de manifestación o en su comportamiento en la zona mapuche, me hace pensar que aún funcionan bajo la lógica de terminar con el enemigo interno.
Ojalá la PDI pueda esclarecer feacientemente este caso y que esta vez las organizaciones civiles funcionen correctamente.
domingo, 28 de agosto de 2011
jueves, 25 de agosto de 2011
Tiempos movidos
Hoy es el primer día del primer paro general convocado por la CUT ¿qué pasó hoy?.
Este paro no fue como los de antes (sin querer decir que los de antes sí que eran paros), sino que este paro se da en un escenario político distinto a los de los tiempos de la dictadura.
Antes queríamos derrocar al tirano y aceptábamos (no todos) todas las formas de lucha, para referirnos al uso de las armas como parte del "bagaje" necesario, y cuando había una jornada de protesta o de paro, mamita querida, ¡quedaba la grande!, tan grande y a tan alto costo, que a los pocos días los funerales se multiplicaban, la mayoría de las víctimas jamás tuvieron justicia y pasaron al olvido de la historia sin pena ni gloria.
En ese escenario, la policía uniformada actuaba en las fechas como la de hoy (y las otras también) con una violencia muy grande, producto del adoctrinamiento recibido que hacía ver al ciudadano chileno opositor como el enemigo a derrotar, la teoría del enemigo interno.
Pero hoy los motivos de la movilización son otros, la mayoría de los chilenos, cansados de la injusta repartija de la torta y principalmente por el indigno negociado educacional, hemos comenzado, gracias al impulso inicial entregado por los estudiantes medios y universitarios, a movilizarnos contra el sistema económico que aplica el gobierno de piraña, sin olvidarnos del papel cumplido por la desConcertación, que siguió la misma onda que inauguró nada menos que pin8.
Qué cosas queremos cambiar, partiendo con la Constitución y el sistema electoral en el ámbito político, y el sistema de salud, el educacional, el previsional y el de transporte en lo social. Y también aspiramos a cambios en el acceso a las fuerzas armadas, para terminar con las dos castas en que se dividen los oficiales y los sub oficiales y conseguir una mayor democratización en los uniformados.
Con eso quedo tranquilo y contento.
Este paro no fue como los de antes (sin querer decir que los de antes sí que eran paros), sino que este paro se da en un escenario político distinto a los de los tiempos de la dictadura.
Antes queríamos derrocar al tirano y aceptábamos (no todos) todas las formas de lucha, para referirnos al uso de las armas como parte del "bagaje" necesario, y cuando había una jornada de protesta o de paro, mamita querida, ¡quedaba la grande!, tan grande y a tan alto costo, que a los pocos días los funerales se multiplicaban, la mayoría de las víctimas jamás tuvieron justicia y pasaron al olvido de la historia sin pena ni gloria.
En ese escenario, la policía uniformada actuaba en las fechas como la de hoy (y las otras también) con una violencia muy grande, producto del adoctrinamiento recibido que hacía ver al ciudadano chileno opositor como el enemigo a derrotar, la teoría del enemigo interno.
Pero hoy los motivos de la movilización son otros, la mayoría de los chilenos, cansados de la injusta repartija de la torta y principalmente por el indigno negociado educacional, hemos comenzado, gracias al impulso inicial entregado por los estudiantes medios y universitarios, a movilizarnos contra el sistema económico que aplica el gobierno de piraña, sin olvidarnos del papel cumplido por la desConcertación, que siguió la misma onda que inauguró nada menos que pin8.
Qué cosas queremos cambiar, partiendo con la Constitución y el sistema electoral en el ámbito político, y el sistema de salud, el educacional, el previsional y el de transporte en lo social. Y también aspiramos a cambios en el acceso a las fuerzas armadas, para terminar con las dos castas en que se dividen los oficiales y los sub oficiales y conseguir una mayor democratización en los uniformados.
Con eso quedo tranquilo y contento.
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